Las exigencias de la transformación del vidrio obligan
a una gran inversión en sistemas de refrigeración como:
Circuitos cerrados de agua, proceso de residuos con separación de polvo y reutilización del agua,
grandes instalaciones de silos y filtrados, tratamiento de osmosis, compresores,...
Además de importantes grupos de electricidad que garanticen la capacidad para alimentar
todas estas grandes instalaciones de refrigeración, ventilación y limpieza en continuo
de los diferentes procesos productivos.