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La última remodelación del Hotel OD Barcelona, situado en la calle Aragón 300, se ha llevado a cabo por parte del estudio de arquitectura dirigido por Víctor Rahola, y por la diseñadora de interiores Mayte Matutes, convirtiéndolo en un alojamiento de cinco estrellas.
El OD Barcelona cuenta con 5.444 m² distribuidos en diferentes niveles, y nace para llevar el ya reconocido y personal estilo de la cadena hotelera a la ciudad, con una arquitectura elegante y unos refinados interiores. Se constituye, así, como su quinto establecimiento hotelero y el primero en la península.
Queremos agradecer a la revista Promateriales que ha recogido este proyecto en su número 119, y que presentamos con más detalle en nuestra web.
Este espacio fusiona la arquitectura y el interiorismo más vanguardistas con las últimas tendencias para crear una experiencia única y personalizada. Conceptualmente, se han proyectado espacios fluidos y luminosos con un diseño contemporáneo y toques mediterráneos, pensados para crear zonas de desconexión y lujo.
Esta reforma ha mantenido la estructura original de la construcción, evitando los impactos ambientales producidos por la demolición y la reconstrucción, lo que puede suponer hasta un 60% de ahorro energético frente a una construcción nueva. Con el juego volumétrico que se genera a lo largo de las seis plantas escalonadas, se consiguen crear varias terrazas ajardinadas que se introducen armoniosamente en el edificio reforzando la filosofía sostenible de la obra. Además, se han incorporado sistemas bioclimáticos y pasivos para conseguir la máxima reducción de la demanda energética: ventilación cruzada, aislamiento térmico y acústico, cubiertas ajardinadas, sistemas pasivos de aislamiento térmico, cerramientos y protecciones pasivas.
Para fortalecer esta estrategia ecológica, se han instalado cerramientos técnicos de vidrio de Vidresif, que consiguen maximizar el ahorro de energía y de recursos gracias a sus elevadas prestaciones aislantes. Las elevadas prestaciones de las soluciones técnicas en vidrio aportan infinitos beneficios ambientales que se consolidan con la inclusión de fachadas vegetales, consiguiendo llevar una “vida verde” hacia el exterior.
Gracias a los muros cortina que recubren la fachada, el exterior y el interior se fusionan, aportando luz y amplitud a sus espacios, además de la máxima protección solar y de seguridad para los huéspedes.
El proyecto ha sido galardonado por el premio Re Think Hotel 2017, con el cual se ha premiado su sostenibilidad global. Entendida ésta como la conservación del entorno, utilización de eco-proveedores y gestión selectiva de residuos. Del mismo modo, también se ha tenido en cuenta la propia sostenibilidad del edificio y la eficiencia de sus instalaciones, la creación de estrategias de marketing verde y RSC, la conservación del patrimonio cultural (dado que se trataba de la antigua sede de la empresa Carburos Metálicos) y su accesibilidad universal.
Imágenes cedidas por la revista Promateriales.
